viernes, 12 de febrero de 2010

Recursos Educacionales Abiertos (REA)

Aprovechando el reinicio de la actividad, queriamos compartir con ustedes el siguiente texto elaborado por el equipo del DATA y que está licenciado con Creative Commons.

¿Qué es un Recurso Educacional Abierto (REA)?

La idea de “recursos educativos abiertos” (REA) abarca contenidos educativos (texto, sonido, vídeo) con licencia libre y otros recursos que facilitan la producción, la distribución y el uso de dichos contenidos. Los autores de los REA otorgan libertad total a toda aquella persona que quiera hacer uso de sus materiales, ya sea para modificarles, traducirles, o mejorarles, siempre que éste los comparta con otros (algunas licencias restringen las modificaciones o el uso comercial). La mayoría de los recursos educativos abiertos se presentan en formato digital, lo que facilita su acceso, socialización y adaptación.

Probablemente al comenzar a reflexionar sobre la producción o uso de REA hayan venido a nuestra mente infinidad de experiencias de utilización de recursos muy diversos, muchos que comúnmente denominamos materiales didácticos o educativos. Esa variedad habla de múltiples medios, formatos, soportes, recursos, que muchas veces resulta difícil clasificar en una categoría única. Entonces, ¿qué es lo que hace que un REA determinado sea considerado educativo?

¿Qué es, en definitiva, un material educativo? Compartamos una de las posibles definiciones:

Entendemos por material educativo un objeto que facilita una experiencia de aprendizaje. O si se prefiere, una experiencia mediada para el aprendizaje. Esta definición aparentemente simple tiene varias consecuencias. La que nos importa aquí es que un material educativo no es solamente un objeto (texto, multimedia, audiovisual o cualquier otro) que proporciona información sino que, en un contexto determinado, facilita o apoya el desarrollo de una experiencia de aprendizaje. Es decir: una experiencia de cambio y enriquecimiento en algún sentido: conceptual o perceptivo, axiológico o afectivo, de habilidades o actitudes, etc. (Kaplún, 2002).


Esta definición nos conduce a concebir que se puede ver como material educativo no solamente a aquellos que han sido concebidos o producidos para tal fin (como pueden ser un libro de texto, una guía de lectura, un cd interactivo , etc.) sino que también puede ser incluido en esta categoría cualquier objeto o producto que, al ser incorporado como recurso dentro de los procesos de enseñanza y de aprendizaje, adquiera la característica de educativo.

Muchas veces, la calidad de un material para su uso educativo es mayor cuando no fue creado con ese fin. Siguiendo a Kaplún (2002), existen “materiales educativos que no educan y materiales no educativos que educan”. La traslación de una aburrida clase expositiva sobre las plantas puede transformarse en un también aburrido CD con texto e imágenes. Generalmente, el incluir en una instancia educativa un objeto que forma parte de la vida cotidiana y del universo de experiencias del educando conduce a facilitar la conexión con los saberes previos, a conectar los nuevos aprendizajes con lo ya conocido, a relacionarlos con experiencias de fuera del ámbito educativo y poder emplearlo en nuevos contextos.

Será entonces muy relevante la creatividad e imaginación que pongamos al seleccionar e incluir un determinado recurso, conectándolo con el diseño global del proceso (objetivos, metodología, evaluación, etc.) y proponiendo actividades que sean motivadoras y desafiantes.

La función mediadora de los materiales educativos

Tomemos en cuenta que los materiales educativos funcionan como mediadores en la comunicación educativa. Los materiales median en la comunicación entre estudiantes y docentes, siendo soporte de diversos mensajes educativos
Los mensajes educativos son los diversos mensajes que con intención educativa se dan en el aula, y que se vehiculizan a través de diversos medios y formatos. La comunicación educativa.............

Siempre comunicamos, lo queramos o no. Al comunicarnos intercambiamos diversos contenidos, algunos explícitos, como puede ser, por ejemplo, un determinado tema de un curso, y otros implícitos, como quienes somos, el lugar que ocupamos en esa comunicación, etc.
Cuando tenemos una intención de comunicar que busca ser educativa, necesitamos una
actitud comunicativa, que implica conocer y manejar los lenguajes y los medios en la comunicación, a la vez que saber que tanto como los “que”, importan los “cómo”, “a quiénes” y los “para qué” de la comunicación.

Medios y formatos

Comencemos por presentar una definición de los mismos:

Medio es la vía por la cual el material se publica o da a conocer y se distribuye.

Formato a la estructura del material que se entiende más conveniente para presentar los contenidos. El formato es la forma que le damos a nuestro material

Busquemos un ejemplo: para la función de consulta y profundización, un libro, manual o ficha parecen ser los formatos más convenientes. Los formatos admiten su distribución, previa adaptación, por más de un medio. Siguiendo el ejemplo, el libro, manual o ficha pueden ser presentados a través de diversos medios, por ej., impresos en papel o integrando un multimedia.

Cada medio tiene lenguajes y códigos propios, por lo cual, cualquier cambio de medio debe llevar previamente a un análisis de la pertinencia y viabilidad del cambio, una familiarización con sus lenguajes particulares y una adecuación del material educativo al nuevo formato o medio.
Usos de los materiales educativos
Muchos y muy diversos son los usos de materiales que se pueden encontrar en las prácticas educativas. Es justamente este aspecto, la estrategia de uso, el punto más relevante en el encuadre pedagógico del uso de un material determinado.

Veamos algunos usos posibles, y reflexionemos sobre cuáles son los que priman en nuestra práctica, y cuáles podemos ir incorporando.

Apoyo al discurso

Es uno de los usos más habituales de los materiales en la actividad docente. Lo constituye el uso de transparencias, etc., como apoyatura a la exposición del docente y facilitador de la comprensión del estudiante, a través de la complementariedad de la imagen. Recordemos que a través del uso de medios de video conferencia podemos integrar y compartir con los estudiantes presentaciones que típicamente utilizamos en el aula presencial. Es importante resaltar que la disposición de presentaciones de apoyo al discurso no constituyen en sí mismas un material básico, por lo que requieren de recursos complementarios.
Motivador, Disparador

La utilización de videos, láminas, relatos de casos, observación de fenómenos, etc. como elemento disparador de la motivación por el aprendizaje y la conexión con ideas previas es un excelente uso de los recursos. En general se incluye al inicio de una actividad. Es muy importante que no se centre solamente en el visionado, lectura o escucha de un material sino que conlleve alguna actividad de los estudiantes sobre el mismo (posterior discusión grupal, análisis personal, redacción, etc.).

Análisis, reflexión y discusión grupal

Implica la utilización de diversos recursos, como ser guías para la discusión, pautas de lectura y análisis, y elaboración de materiales de puesta en común por parte de los estudiantes que permiten realizar actividades de análisis a través de la discusión y producción. Estos materiales son muy importantes, porque facilitan la comprensión y favorecen el intercambio grupal.

Síntesis

El uso de materiales con este objetivo como pueden ser referencias bibliográficas, libros, resúmenes, guías de lecturas, pautas de ejercicios, permite desarrollar conexiones conceptuales que facilitan al estudiante elaborar un cierre conceptual del tema que está trabajando.
Estructurante

Es una de las funciones menos usadas pero que posee mayor potencia desde el punto de vista educativo. Implica utilizar un material como eje constructor de la acción educativa, a lo largo de todo el proceso. Por ejemplo, partiendo de la elaboración de un video sobre un barrio se trabaja una unidad didáctica de historia, geografía, etc. durante cierto período de tiempo. En este ejemplo, la realización de un video funciona como pretexto para realizar investigación, búsqueda de información, entrevistas, etc y de esa forma ir vinculando los diferentes temas. Cualquier tema permite elaborar un material para ser elaborado y usado de esta forma. En entornos virtuales es posible utilizar también wiki's y blogs que operan a modo de bitácora de diversos procesos.

Algunas pautas para la evaluación, selección y producción de materiales educativos

Al momento de seleccionar un material ya elaborado para incorporarlo en un proceso educativo es necesario tomar en cuenta la concepción pedagógica cuyo diseño sustenta, las interacciones que promueve así como también su pertinencia desde el punto de vista conceptual.

Tomando como referencia al comunicador Mario Kaplún (1995), proponemos realizarnos las siguientes preguntas que facilitan el proceso de selección y análisis de un material educativo.
  • Desde el punto de vista conceptual

¿El tema y los contenidos son relevantes?
Es muy importante que al momento de seleccionar un material educativo reflexionemos sobre sus contenidos: ¿Son socialmente significativos? ¿Están relacionados con la experiencia de los destinatarios? ¿Es posible su aplicación en contextos no educativos? ¿Guardan relación con la futura práctica profesional?

¿La estructura del material guía y favorece un proceso?

Que el material posea una estructura que permita el desarrollo de un proceso es una característica muy importante, ya que permite la paulatina interacción del estudiante con los contenidos favoreciendo su apropiación. Es fundamental entonces que se vayan proporcionando los contenidos de modo secuenciado y gradual. Al respecto nos dice Kaplún (1995): “la determinación del punto de partida es fundamental. Como postula Freire (1986), ese punto de partida debe ser el ‘saber común del educando y no el rigor del educador’. En lugar de arrancar enunciando ya desde el inicio los contenidos del saber sistemático y estructurado, ...debiera comenzar poniéndose casi en el mismo nivel de conocimientos y desconocimientos en que se encuentran los destinatarios; empezar haciéndose las preguntas espontáneas que éstos se hacen frente al objeto a ser conocido e invitándolos a recorrer juntos el camino que ... los irá llevando paulatinamente a encontrar las respuestas”


¿Los contenidos están organizados según una secuencia lógica? ¿el orden secuencial es el más adecuado? ¿se han graduado las dificultades?

La presencia de una secuencia lógica, en la cual los contenidos están presentados de manera que el estudiante los pueda ir incorporando de manera gradual es una característica indispensable de un material desde nuestra concepción pedagógica. La explicitación de los pasos sucesivos es significativa, para que el estudiante pueda ir dando cuenta de su propio proceso.


¿Favorece la interrelación entre los contenidos? ¿incluye introducciones y resúmenes?

La interrelación de los contenidos, y no una mera enunciación de temas no concatenados, favorece la comprensión de la globalidad de un tema o concepto. Es importante, asimismo, la interrelación con otros temas o contenidos de otras asignaturas que estén relacionadas, así como la relación con temas que se hayan trabajado anteriormente o que se vayan a trabajar después, a través, por ejemplo, de introducciones y resúmenes, destaques gráficos, etc.

  • Desde el punto de vista metodológico

¿Estimula la construcción personal y grupal? ¿Involucra a los destinatarios?

El material educativo debería convocar a la participación, a la re-construcción del conocimiento, en lugar de entregar contenidos ya estructurados, promoviendo actividades que faciliten este proceso.

¿Posibilita la articulación con los conocimientos, experiencia y saberes previos?

El material debe proporcionar los contenidos de manera que puedan ser articulados con lo que el estudiante ya sabe sobre el tema: con los mitos, prejuicios, saberes y pseudo saberes que se encuentran en relación. De esta manera, el nuevo saber se construirá a partir del desaprendizaje de éstos, y no por una superposición de saberes inconexos.


¿Se habilita un proceso de deconstrucción?

Es importante que se encuentren incluidas las representaciones erróneas previas para iniciar el “desaprendizaje”. La tendencia general conduce a omitir los errores, en lugar de aprovecharlos para, partiendo de ellos, construir el nuevo saber. Al respecto dice Kaplún, M (1995).: “Si el sujeto educando no toma conciencia de la discrepancia existente; si esas representaciones del ‘saber común’ no son explicitadas y traídas a luz para discutirlas y revisarlas, lo más probable será que el aprendiz no las modifique, puesto que están profundamente arraigadas en su imaginario cultural”.
¿Se estimula la actividad del destinatario proponiendo actividades?

Proponemos seleccionar o producir materiales educativos que promuevan la actividad, el aprender haciendo. Que el material incluya propuestas de actividades y ejercicios prácticos, para ser realizados solos o en grupos, promueve este tipo de acciones: la reflexión, la observación, el razonamiento autónomo, la exploración y experimentación, la investigación y la búsqueda personal y grupal de respuestas.

Para finalizar

Recordar que en definitiva el que un determinado objeto se convierta en educativo depende de la selección y utilización que cada docente o equipo docente le da al incluirlo en un proceso educativo. La selección y producción de un material educativo debe ser parte de un proceso reflexivo en el que intervienen todas las dimensiones de la planificación educativa.

Bibliografía

Castillo, E (1999), “La comunicación y la cibernética”, Revista Latina de Comunicación Social, Nº 17, http://www.ull.es/publicaciones/latina
Kaplún, G (2002), “Contenidos, itinerarios, juegos. Tres ejes para el análisis y la construcción de mensajes educativos”. VI Congreso de ALAIC, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, junio 2002. Grupo de Trabajo: Comunicación y Educación.
Kaplún, M (1995), “Los materiales de autoaprendizaje”, UNESCO, OREALC, Santiago, Chile.
Martín Barbero, J (1987), “De los medios a las mediaciones”. G. Gili, Barcelona
Orozco, G (1997), “El reto de conocer para transformar. Medios, audiencias y mediaciones”. COMUNICAR 8, 1997, México

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